Elon Musk, el carismático empresario conocido por sus proyectos innovadores y controvertidos comentarios, ha vuelto a estar en el centro de la polémica. En esta ocasión, Musk ha amenazado con demandar al grupo de vigilancia mediática Media Matters y a todos aquellos que han criticado su plataforma de redes sociales, X, por promover contenido antisemita.
Desde que el multimillonario adquirió la empresa en 2022, tanto él como X (anteriormente conocida como Twitter) han estado en el punto de mira debido a la proliferación de contenido antisemita y racista en el sitio.
El pasado jueves, Musk respaldó una publicación en X que afirmaba falsamente que los miembros de la comunidad judía estaban propagando el odio entre la gente blanca. Un usuario había publicado en la red social diciendo que “las comunidades judías habían promovido exactamente el tipo de animadversión racial que la gente debería dejar de usar contra ellos”, y Musk respondió a ese comentario.
El mensaje también insinuaba una teoría de la conspiración que sostiene que los judíos alentaron la llegada de personas de color a las naciones occidentales. Una teoría respaldada por el hombre que perpetró un tiroteo dentro de una sinagoga en Pittsburgh en 2018, asesinando a 11 personas.
La respuesta de Musk al usuario fue: “Has dicho toda la verdad”.
Según un artículo publicado por la organización no gubernamental progresista Media Matters for America al día siguiente (viernes), anuncios de importantes marcas como Apple, Bravo, Oracle, Xfinity e IBM se han mostrado junto a mensajes “prónazis” en X.
Tras la publicación del artículo, Musk envió un mensaje en su red social en el que calificó a Media Matters como “una organización nefasta”.
Al mismo tiempo, 164 “líderes” judíos, entre ellos rabinos, artistas y académicos de “varias ideologías”, emitieron un comunicado condenando el “antisemitismo en X”, acusando a Musk de “propagarlo” y exigiendo que estas grandes corporaciones colaboren para financiar el movimiento.
Posteriormente, IBM anunció que suspendería su publicidad “mientras investiga esta situación completamente inaceptable”, y Lionsgate dijo a través de un portavoz que haría lo mismo.
Preocupada por el potencial de “desinformación”, la Comisión Europea (CE) solicitó el viernes que sus servicios suspendieran sus campañas publicitarias en el canal X.
“X Corp tomará medidas termonucleares contra Media Matters y todos aquellos que hayan conspirado en este ataque fraudulento a nuestra empresa”, dijo Musk en X.
En los últimos dos días, varias compañías, incluyendo Disney, Warner Bros. Discovery, Comcast, Lions Gate Entertainment y Paramount Global, han suspendido sus anuncios en el servicio de mensajes cortos X. Apple, la empresa más grande del mundo en términos de capitalización de mercado, ha dicho que seguirá el mismo camino.
“Esta semana, Media Matters for America publicó una historia que tergiversaba por completo la verdadera experiencia en X, en otro intento de socavar la libertad de expresión y engañar a los anunciantes”, dijo Musk en una comunicación. Afirmó que Media Matters había creado una cuenta separada para “desinformar a los anunciantes” sobre sus tweets.
Según organizaciones de defensa de las libertades civiles, desde que Musk adquirió el sitio en octubre de 2022 y redujo drásticamente la moderación del contenido, los anunciantes han huido, lo que ha llevado a un aumento en los discursos de odio.
El viernes, la Casa Blanca condenó el respaldo de Musk a lo que calificó como “horrible” teoría de la conspiración antisemita y lo acusó de “promover prácticas abominables antisemitas y odio racista”, lo cual “va en contra de nuestros valores fundamentales como estadounidenses”.
Musk también es el CEO de Tesla, un fabricante de vehículos eléctricos que ha sido objeto de numerosos litigios que alegan racismo y agresiones físicas y sexuales injustificadas a los trabajadores.
En los últimos años ha habido un aumento del antisemitismo en todo el mundo, incluyendo en Estados Unidos. Según el grupo anti-odio judío Liga Anti-Difamación (ADL), los incidentes antisemitas aumentaron más del 400% en Estados Unidos después del estallido de la guerra entre Israel y el grupo militante islámico palestino Hamas el 7 de octubre.
