Increíble descubrimiento de fósil de dinosaurio de 90 millones de años en Sao Paulo, Brasil: Nuevas evidencias revelan tres grupos distintos de especies, incluyendo carnívoros y herbívoros.

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Incríbel fósil de dinosaurio de 90 millones de años descubierto en São Paulo, Brasil

Nuevas evidencias sugieren la existencia de al menos tres grupos distintos de especies, incluyendo tanto carnívoros como herbívoros.

Un descubrimiento sin precedentes fue realizado por paleontólogos paulistas en la pequeña ciudad de General Salgado, aproximadamente a 600 kilómetros de la capital del estado. Allí, los paleontólogos descubrieron al menos diez esqueletos de dinosaurios que datan del período cretácico tardío (entre 100 y 90 millones de años atrás).

Investigadores de la Universidade Federal de Uberlândia, la Universidade Federal de São Carlos y el Museu de Zoologia da Universidade Federal de São Paulo llevaron a cabo los estudios que condujeron a este descubrimiento. Los registros sugieren la presencia de una variedad de individuos carnívoros y herbívoros.

El paleontólogo y estudiante de doctorado en el Museo de Zoología de la USP, Bruno Navarro, comentó: “‘c9 realmente um achado inédito porque outras pegadas da mesma bacia que já foram descritas so de outra forma’o, no estado do Paraná, e com an idade diferente.” (“Es realmente un hallazgo sin precedentes, ya que otras huellas de la misma cuenca que han sido descritas son de otra formación, en el estado de Paraná, y con una edad diferente”.)

Navarro explica además que tuvieron que romper la roca en tres partes antes de poder trasladarla al Laboratorio de Paleontología en MZUSP. Cada una de las partes pesaba cerca de cien kilogramos.

Las huellas fueron descubiertas por casualidad por el profesor de zoología Ariovaldo Giaretta de la Universidade Federal de Uberlândia (campus de Ituiutaba), quien estaba buscando esqueletos de serpientes en la región de la Cuenca Triangular.

Especies

Los investigadores creen que los huesos pertenecen a un saurópodo (un dinosaurio herbívoro de gran tamaño que caminaba sobre cuatro patas), a un terópodo (un grupo de dinosaurios carnívoros bípedos que también incluye a las aves) y posiblemente a un ornitópodo (un dinosaurio herbívoro bípedo).

Marcelo Adorna, un paleontólogo y experto en icnofósiles (rastros de organismos extintos que no representan partes preservadas del animal, como dientes fosilizados), explica que los dientes fosilizados se pueden usar para distinguir entre diferentes especies por las deformaciones únicas que dejan en la roca.

Sin embargo, todavía es imposible determinar qué especie fue responsable de cada huella individual. “No hemos podido vincular una especie específica con la icnología (la rama de la paleontología que investiga los restos fósiles de organismos)”, explica Navarro. “Dado que la mayoría de nosotros estamos asociados con productores, hemos logrado identificar tres patrones distintos de vínculos”.

Las huellas fueron descubiertas en sedimentos ubicados en la región de la Bacia Bauru, que contiene las llamadas rocas cretácicas de los estados interiores de Paraná, Minas Gerais, São Paulo y una parte de Mato Grosso do Sul. El período cretácico, el tercero y último de la era mesozoica, duró alrededor de 145’9666 millones de años.

Aunque previamente se habían descubierto esqueletos de cocodrilos, quelonios (tortugas), aves, serpientes y dinosaurios en la misma cuenca, el descubrimiento de restos de huellas bien conservados marca un hito.

Ahora el grupo informa que se está realizando un análisis de laboratorio en MZUSP para evaluar, por ejemplo, las características ambientales. Es posible que las huellas se hayan formado cuando los animales bebían agua de un río.