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Tragedia en Japón: Más de 300 personas rescatadas después del accidente de un avión japonés
Después de aterrizar en el Aeropuerto de Haneda en Tokio, el Vuelo 516 de Japan Airlines chocó con un turbopropulsor perteneciente a la Guardia Costera japonesa.
Dos aviones chocaron en el Aeropuerto Internacional de Tokio en Japón, pero más de 300 pasajeros lograron escapar sin sufrir daños.
El terror de los pasajeros era evidente en sus gritos.
Algo como: “Por favor, déjanos salir de este lugar pronto”, se quejó un niño pequeño.
Mirando el meteoro afuera del avión, la gente miraba a través de la ventana.
Los comisionados solicitaron cooperación. Justo antes de que el avión se estrellara, el sistema de comunicación a bordo falló.
Un pasajero expresó su insatisfacción preguntando: “¿Por qué no abren la puerta de una vez?”
Ese no era el caso. Aunque el Airbus A350 tiene ocho salidas, solo dos son adecuadas para que pasajeros y tripulación salgan. Los motores aún en marcha representaban una amenaza de sofocación, mientras que el fuego suponía un peligro adicional.
El incidente ocurrió justo antes de las seis de la tarde, hora local.
Después de aterrizar en el Aeropuerto de Haneda en Tokio, el Vuelo 516 de Japan Airlines chocó con un turbopropulsor perteneciente a la Guardia Costera japonesa.
Unos minutos después de la colisión, se produjo un incendio en ambos aviones, destruyendo el avión más pequeño a pesar de tener el tanque de combustible lleno. El fuego fue controlado con la ayuda de más de cien camiones de bomberos.
El choque ocurrió mientras el avión de la guardia costera se estaba preparando para despegar. La misión del grupo era entregar suministros de ayuda a una región de Japón que había sido devastada por los terremotos ocurridos el día anterior.
De las seis personas a bordo, cinco fallecieron. El piloto está en estado crítico y ahora está hospitalizado. Todos los pasajeros a bordo del Airbus salieron con vida.
La capacidad de moverse rápidamente fue crucial para la supervivencia de todas las personas. En menos de 1,5 minutos, los 379 pasajeros abordaron el avión.
De ellos, diecisiete personas resultaron heridas. La causa del accidente está siendo investigada por las autoridades.
Un milagro es la única palabra que viene a la mente. El hecho de que haya llevado tanto tiempo nos pone en peligro, como dijo uno de los sobrevivientes, Tsubasa Sawasa.
Según otro pasajero, la capacidad de las azafatas para mantener la compostura de los pasajeros y guiarlos de manera segura durante la evacuación fue fundamental. El comportamiento de los pasajeros es crucial para un despegue seguro, según un experto en seguridad aeronáutica.
El aeropuerto de Tokio está experimentando momentos de caos y confusión después de que el vuelo 516 de Japan Airlines colisionara con un turbopropulsor de la Guardia Costera japonesa. Afortunadamente, más de 300 pasajeros lograron escapar del accidente sin sufrir daños.
El pánico y el terror se apoderaron de los pasajeros mientras se daban cuenta de la difícil situación en la que se encontraban. Desde dentro del avión, se podían escuchar gritos de angustia y súplicas desesperadas por ser liberados lo antes posible. Un niño pequeño, entre lágrimas, se quejaba: “Por favor, déjanos salir de este lugar pronto”. La situación empeoró cuando comenzaron a ver un meteoro afuera del avión, aumentando aún más su miedo y angustia.
Sin embargo, la situación no se resolvió tan fácilmente como esperaban. Aunque el Airbus A350 tenía ocho salidas de emergencia, solo dos de ellas eran adecuadas para que los pasajeros y la tripulación pudieran salir. Además, los motores del avión seguían en funcionamiento, lo que suponía una amenaza de asfixia para todos a bordo. Para empeorar las cosas, un incendio comenzó a propagarse rápidamente en ambos aviones después del impacto. Afortunadamente, con la ayuda de más de cien camiones de bomberos, el fuego pudo ser controlado.
El accidente ocurrió justo antes de las seis de la tarde, hora local. El vuelo 516 de Japan Airlines, procedente del Aeropuerto de Haneda en Tokio, chocó violentamente con un turbopropulsor perteneciente a la Guardia Costera japonesa. Este último estaba preparado para despegar en una misión de entrega de suministros de ayuda a una región en Japón que había sido devastada por terremotos el día anterior. Trágicamente, de las seis personas a bordo del turbopropulsor, cinco perdieron la vida y el piloto está actualmente en estado crítico y hospitalizado. Sin embargo, todos los pasajeros del vuelo de Japan Airlines lograron sobrevivir gracias a su rápida evacuación.
La eficiencia y calma de las azafatas durante la evacuación fue crucial para garantizar la seguridad de los pasajeros. Según algunos testigos, su capacidad para mantener la calma y guiar a los pasajeros a salvo fue fundamental para el éxito de la evacuación. Incluso un experto en seguridad aérea afirmó que la conducta de los pasajeros es crucial para un despegue seguro, y en este caso, la colaboración y el seguimiento de las instrucciones de las azafatas fue fundamental.
El accidente ha dejado a todos en estado de shock y reflexión. Algunos supervivientes han descrito el hecho como un milagro y han expresado su frustración por el tiempo que llevó solucionar la situación. La investigación ahora está en manos de las autoridades, quienes determinarán la causa exacta del accidente y tomarán medidas para evitar que algo similar vuelva a ocurrir en el futuro.
En general, este trágico accidente aéreo en Japón ha dejado una profunda impresión en todos los que han presenciado o conocido sobre él. Es un recordatorio impactante de la fragilidad de la vida y la importancia de la seguridad en los vuelos. Sin duda, este incidente servirá como una llamada de atención para las autoridades aeroportuarias y las compañías aéreas para reforzar aún más los estándares de seguridad y garantizar la protección de todos los pasajeros y tripulación en el futuro.