Miles se unen en protesta contra la extrema derecha en Alemania
La reunión de líderes extremistas para deliberar sobre la deportación de inmigrantes provocó la convocatoria de la manifestación.
Frankfurt, Alemania, tuvo una manifestación de alrededor de 35,000 personas el sábado (20) en oposición a la ideología de extrema derecha y al partido AfD.
Joe Josef, alcalde de la ciudad, se unió a los manifestantes y dijo que la medida era un intento de evitar que los “incendiarios” retomaran el cargo.
El extremismo y el racismo, dijo Josef en su discurso, han traído “miseria y empobrecimiento a todas las personas de nuestra ciudad, de nuestro país y la caída de la convivencia” desde el principio.
La manifestante participante Ulrike Hartmann dijo que era necesario concienciar al pueblo alemán de que “algo está mal” durante la marcha. Los políticos, en mi opinión, también estarán motivados para actuar y no solo quedarse callados si hay suficiente presión, por ejemplo, en las calles. Sentía que no habían hecho lo suficiente.
Varias ciudades alemanas también estaban planeando manifestaciones similares durante el fin de semana. El anuncio de que los líderes de la extrema derecha del país se reunieron en Berlín para discutir la “remigración” provocó la convocatoria de las marchas. Esta palabra describe el proceso por el cual los inmigrantes de países que no sean de Europa regresan a su lugar de origen.
La convocatoria de la manifestación en Frankfurt fue un ejemplo del creciente rechazo de muchas personas en Alemania hacia la extrema derecha y sus políticas antiinmigración. Los manifestantes, con pancartas y consignas, dejaron en claro su repudio a la retórica discriminatoria y xenófoba propagada por el partido AfD y otros grupos extremistas.
La participación del alcalde en la manifestación fue vista como un fuerte mensaje de apoyo a la diversidad y a los valores de tolerancia y respeto. Josef instó a los manifestantes a mantenerse unidos y no permitir que la extrema derecha gane terreno. Afirmó que la presencia masiva en la marcha demostró que la mayoría de los ciudadanos rechazaban las ideas y políticas de odio.
La manifestante Ulrike Hartmann destacó la importancia de estas protestas para presionar a los políticos a que actúen. Consideró que el silencio no era una opción y que era necesario alzar la voz para lograr el cambio. Hartmann expresó su descontento con los políticos por no haber hecho lo suficiente para abordar los problemas de racismo y discriminación en el país. Ella confiaba en que la movilización ciudadana podría influir en su toma de decisiones.
La convocatoria de manifestaciones similares en otras ciudades alemanas fue una clara señal de que la sociedad alemana está dispuesta a defender los valores de igualdad, inclusión y diversidad. Los líderes políticos que abogan por políticas de extrema derecha se enfrentan a una creciente oposición y desaprobación pública.
La reunión de los líderes de la extrema derecha en Berlín para discutir la “remigración” fue criticada por muchos como una respuesta intolerante y discriminatoria a la crisis migratoria. Los defensores de los derechos humanos y las organizaciones progresistas denunciaron esta reunión como un intento de promover una agenda radical que busca exacerbar las divisiones y sembrar el odio hacia los inmigrantes.
La manifestación en Frankfurt y las previstas en otras ciudades alemanas son un recordatorio de la importancia de defender los valores democráticos y luchar contra cualquier forma de extremismo y discriminación. Los ciudadanos están dispuestos a tomar las calles y alzar la voz para proteger la cohesión social y la diversidad cultural de Alemania.
En resumen, la manifestación en Frankfurt y las previstas en otras ciudades alemanas reflejan el rechazo creciente hacia la extrema derecha y su ideología en el país. Los manifestantes, liderados por el alcalde Joe Josef, dejaron claro su oposición a la retórica discriminatoria y xenófoba. Estas protestas son una muestra de unidad y determinación para luchar por una sociedad inclusiva y tolerante. Se espera que los políticos tomen nota de estas manifestaciones y actúen en consecuencia, protegiendo los derechos y la dignidad de todas las personas, sin importar su origen.
